La alimentación es crucial en la huella medioambiental de la agricultura, y el desarrollo de nuevas opciones de alimentación tiene el potencial de mitigar su impacto. El proyecto SUSTAvianFEED demostró que eliminar la soja de la dieta de los pollos de crecimiento lento es posible y puede beneficiar al medio ambiente sin afectar a los animales.
El estudio, publicado por la Universidad de Turín, destaca cómo las fuentes alternativas de proteínas pueden conseguir resultados comparables en cuanto a crecimiento y calidad, reduciendo al mismo tiempo significativamente la huella medioambiental de la producción de carne.
El impacto medioambiental de los piensos a base de soja
El mundo se enfrenta a importantes cambios medioambientales impulsados por el crecimiento demográfico, la urbanización y la industrialización. La creciente demanda de alimentos ha conducido a una intensificación de la agricultura, con repercusiones negativas sobre el medio ambiente y sus ecosistemas.
El cultivo intensivo de soja está asociado a la deforestación a gran escala, especialmente en Sudamérica, donde se han talado vastas zonas de bosque precisamente por este motivo. Las consecuencias incluyen la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la desaparición de la agricultura a pequeña escala.
Dados estos retos, es necesario reevaluar el papel de la soja en la nutrición animal en favor de fuentes de proteínas alternativas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Proteínas alternativas en los piensos para pollos
La investigación se llevó a cabo con razas autóctonas de pollos de crecimiento lento, concretamente la Bianca di Saluzzo de Italia. Los animales se dividieron en dos grupos: uno alimentado con una dieta convencional a base de soja y el otro con una dieta experimental sin soja que utilizaba proteínas de origen local como guisantes y harina de girasol.
- Crecimiento y salud comparables
Los pollos alimentados con la dieta sin soja se comportaron igual que los alimentados con pienso convencional en cuanto a crecimiento, marcadores de salud y calidad de la carne, sin ningún efecto adverso para la salud. - Impacto medioambiental
La dieta experimental redujo el potencial de calentamiento global en un 35% y disminuyó significativamente los impactos sobre la salud humana, los ecosistemas y el uso de recursos. - Prácticas de cría optimizadas
Los resultados indicaron 147 días como la edad de sacrificio más adecuada para esta raza, que también tuvo en cuenta el menor impacto medioambiental a esta edad en comparación con una edad de sacrificio de 174 días.
Aunque es esencial realizar más estudios para perfeccionar estos planteamientos, los resultados significan un paso adelante hacia una avicultura más sostenible y ética.
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